Preocupan los basurales a cielo abierto en Villa Garibaldi





El 2020 nos vuelve a mostrar una postal que no quisiéramos volver a ver. Un verdadero basural a cielo abierto en 22 y 659, situación que se da casi todos los fines de semana pero que se agrava durante la temporada de verano.

Al deficiente servicio de recolección que ahora brinda la empresa Esur se suman las personas que concurren al barrio durante los fines de semana y que antes de irse dejan cualquier tipo de residuos en los contenedores que fueron instalados en esa esquina. Muchas veces fuera de ellos porque a partir del mediodía ya están totalmente llenos.
Si eso no fuera suficiente, el trabajo de algunos recicladores, complica la situación. Si bien hay quienes realizan una tarea a conciencia, hay quienes al retirar el material reciclable dejan todo tirado fuera de los contenedores.
Está claro que la instalación de estos dispositivos no mejoró la situación de los residuos sólidos urbanos, sino que los concentró en un solo lugar. Y será muy difícil desactivar la idea de que está bien tirar la basura en esa esquina, independientemente de si hay, o no, contenedores o si están llenos.
En materia ambiental, el desafío de este nuevo año será mejorar el servicio de recolección para que los vecinos no necesiten llevar las bolsas a otra parte pero también concientizar acerca de los días y horarios para sacar las bolsas. Se requerirá capacitar a los recicladores para jerarquizar su trabajo. Y sobre todo, planificar, un plan de reducción de residuos a través de la separación en orígen, reciclado, reutilización y promoción del compostaje.
¿imaginan un barrio libre de residuos orgánicos? Los vecinos que ya adquirieron el hábito, sostienen que una familia tipo, solo produce una bolsa de residuos por semana.
Solo se trata de tomar consciencia. En el barrio existen iniciativas que buscan la reducción de residuos como las propuestas de la ecobotella en el Club Unidos x Garibaldi o el Contenedor verde para residuos secos frente a la Capilla San Pedro.